¿Qué significa "atascar" drones?

Los pilotos confían en el mando a distancia para establecer una conexión con el dron y controlar la trayectoria de vuelo. Sin embargo, la señal de radio entre el mando a distancia y el dron puede interrumpirse intencionadamente, lo que suele denominarse interferencia. Entre las frecuencias utilizadas habitualmente para interferir drones se encuentran el GPS y varias bandas WiFi (como WiFi 2,4 GHz, 5 GHz y 5,8 GHz).

La interferencia consiste en el uso deliberado de señales de bloqueo de la transmisión para interrumpir las comunicaciones entre un dron y su piloto.

Cuando se consigue bloquear un dron, se le pueden imponer las siguientes acciones:

1. Aterrizaje forzoso: El movimiento del dron se interrumpe y se ve obligado a aterrizar en su ubicación actual, lo que le impide seguir volando.
2. Regreso a la ubicación original: Si el dron está equipado con GPS y capacidades de localización de origen, volverá a su punto de despegue en caso de pérdida de conexión. Se trata de una función de seguridad estándar.

¿Qué ocurre cuando se bloquea un dron? ¿Es seguro?

La interferencia es una contramedida incompleta. No proporciona información sobre la trayectoria de vuelo prevista del dron, ni sobre si el dron ha sido programado para apuntar automáticamente a un lugar específico sin interrupción. Esto puede ser especialmente peligroso si el dron transporta una carga sensible que podría ser peligrosa en caso de colisión, o si el dron está en tierra y se acerca a él personal de seguridad sin tomar las precauciones adecuadas.

Inhibidores de drones no localizan a los pilotos, no determinan las trayectorias de vuelo ni identifican ninguna característica de los drones ni de sus cargas útiles. Solo están diseñados para interferir en el vuelo de drones e interrumpir sus operaciones.

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